La Convención sobre la Protección del Patrimonio Mundial, Cultural y Natural fue creada por la UNESCO en 1972, en el contexto de la valoración internacional del patrimonio cultural que permitió salvar los monumentos que iban a quedar bajo el agua con la construcción de la presa de Asuán, entre los que destacan el templo de Abu Simbel o el templo de Debod. El objetivo de la Convención era promover la identificación, la protección y la preservación del patrimonio mundial, cultural y natural considerado especialmente valioso para la humanidad, para lo que se creó la Lista del Patrimonio Mundial.

La ciudad de Alcalá de Henares fue incluida en la Lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco el día 2 de diciembre de 1998, en el marco de la 22ª sesión del Comité del Patrimonio Mundial celebrado en la localidad japonesa de Kioto, con la denominación de “Universidad y recinto histórico de Alcalá de Henares”.

La inscripción de un bien en la lista del Patrimonio Mundial se fundamenta la posesión de elementos y características que lo hacen único y diferente, lo que conocemos como Valor Universal Excepcional (VUE) y en cumplir con al menos uno de los diez criterios que establece la Convención del Patrimonio Mundial. En el caso de Alcalá de Henares se cumplen tres criterios y su declaración se fundamenta en que fue la primera ciudad diseñada y construida como sede de una universidad (Criterio II), en su condición primer modelo de Ciudad de Dios “Civitas Dei” en la tierra (Criterio IV) y en su aporte al desarrollo intelectual de la humanidad, en especial en los avances lingüísticos y en la definición del idioma Español, y por supuesto a través de Cervantes y su gran obra Don Quijote (Criterio VI); todo esto acompañado de la integridad y autenticidad de nuestra ciudad, que además cuenta con las herramientas de gestión apropiadas que garantizan su conservación.

En el siguiente enlace podrás acceder al expediente que permitió la inclusión de Alcalá en la lista del Patrimonio Mundial:

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